Solo ha sido un beso, lo que ha hecho falta para dinamitar todo el esfuerzo del
fútbol femenino.
Solo ha sido un beso, lo que ha hecho falta para, otra vez, restar importancia a
uno de los momentos más importante del deporte y del fútbol desde el anterior
mundial del 2010.
Solo ha sido un beso, lo que ha hecho falta para dinamitar el esfuerzo de tantas y
tantas mujeres que han querido jugar al fútbol y han sido insultadlas y vejadas por
querer hacerlo.
El presidente de la Federación Española de Fútbol no ha sido capaz de estar a la
altura de las circunstancias.
La consecución del Mundial Femenino de Fútbol es un gran hito histórico para el
deporte y la sociedad española.
Este éxito deportivo es el punto de inflexión del deporte femenino. Las primeras
jugadoras tenían que escuchar comentarios del tipo “vete a fregar, estarías mejor
en casa, esto no es fútbol” etc.
Cuando estos comentarios dejaron de estar de moda los pocos clubs que querían
fomentar el deporte femenino, obtenían las peores horas para entrenar, los peores
campos, los peores horarios para jugar los partidos.
Desde hace 6 años aproximadamente el deporte femenino ha ido incrementando
el número de jugadoras que, cada vez, empiezan a más temprana edad.
Han comenzado a surgir referentes femeninos como Alexia, Atenea, y las chicas
disfrutan con sus ídolos y sus camisetas.
Todo este esfuerzo, todos estos pasos del fútbol jugado por mujeres, es lo que ha
traicionado Rubiales y es por eso por lo que no pide disculpas, porque para él que
no ve más allá, es solo un beso.
Es solo un beso que le das a una trabajadora desde una posición de fuerza como
es ser su presidente.
Es un solo beso que das a una mujer agarrándole la cara frente a miles de
espectadores.
Es solo un beso que das a una mujer en una celebración, ¿por qué no besaste a
Infantino a ver si así conseguimos el mundial del 2030 solo para España? ¿No
estaba contento Infantino?
Es un solo beso, que lo que quiere es apoderarse del éxito del fútbol femenino,
que le hace creerse que es él el responsable y que gracias a su trabajo y
dedicación es por lo que el fútbol ha llegado a donde ha llegado.
El éxito embriagó al personaje y mostró a la persona que es.
Es solo un beso, es un solo beso con el que has dinamitado la ilusión de mucha
gente que ha trabajado, luchado y se ha esforzado para que el fútbol jugado por
mujeres tenga su sitio.
Es solo un beso con el que te has cargado el protagonismo de 23 guerreras que
están luchando con todo y contra todos para que desde la Federación se les
tratara igual que a los hombres.
Ha sido un solo beso con el que has querido criminalizar a la víctima, pero esta
vez has medido mal.
Pero hay algo bueno en este beso, solo ha hecho falta un beso, para demostrar al
mundo como se gestionan la federación es deportivas.
Solo ha hecho falta un beso para que la gente pueda entender que muchas de las
personas que prestan sus servicios en diferentes federaciones, no tienen un
interés por defender y hacer crecer los diferentes deportes, sino que centran sus
esfuerzos por obtener un sueldo fácil y alto, por hacerse fotos en el campo que
toque o por ostentar un puesto de relativa representación.
Por estos motivos se aferran a sus sillas y son palmeros de personajes como el
presidente de la Federación Española, porque si dicen lo que piensan pierden la
silla.
Esperemos que este beso sea la dinamita que haga saltar por los aires las
instituciones ancladas en el pasado, que sea el motor para que las federaciones
sean, no un chiringuito de amigos y alguna amiga, sino lugares de promoción,
investigación y desarrollo del fútbol donde trabajen las mejores personas y las más
cualificadas para el puesto.
Mirad el currículum de Jorge Vilda como entrenador, veréis la gran experiencia
que tiene anterior a este campeonato.
Eso sí, además de ser entrenador tiene un voto en la asamblea para defender a su
presidente, para presionar a las jugadoras para que hagan declaraciones
defendiendo a su amigo.
Quizás este beso valga, no solo para cambiar a las personas, sino también las
estructuras y de una vez por todas dejen de estar en el paleolítico.