Consejos para realizar actividad física en verano

El verano es una época del año en la que más deporte o actividad física se realiza debido a que hay más horas de luz solar y se dispone de más tiempo libre. No obstante hay que tomar ciertas precauciones debido a las altas temperaturas estivales.

En verano es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones para realizar actividad física y deporte con garantías. Debemos ser conscientes que cuando la temperatura ambiental supera los 30ºC, y la humedad es igual o superior al 80%, no es recomendable realizar ejercicio físico debido a que el cuerpo en estas condiciones no elimina bien el calor producido durante el ejercicio.El momento del día más adecuado para realizar cualquier tipo de deporte o actividad física es a primera hora de la mañana o bien ya caída la tarde, momentos en los que hay menor incidencia de los rayos solares. Para evitar riesgos innecesarios, deben realizarse actividades físicas de media y baja intensidad con sus correspondientes estiramientos. Es muy importante realizar descansos durante la actividad con mayor frecuencia. Pero, lo más importante es tratar de evitar hacer ejercicio en las horas centrales del día (entre las 12 y 16 horas).

Como norma general durante los meses de verano en los que las temperaturas son más elevadas, hay que beber una mayor cantidad de agua de la que tomamos normalmente debido al aumento de las exigencias a las que se somete a nuestro cuerpo. Debemos tener en cuenta que tanto los niños como las personas mayores han de beber más cantidad que un adulto.

También, cuando se realiza ejercicio físico al aire libre, es aconsejable usar cremas protectoras para el sol, como mínimo con protección FPS 15 o superior, dependiendo de nuestro tipo de piel. El uso de gorras para cubrir la cabeza es indispensable y debemos proteger los ojos mediante la utilización de gafas de sol cuyos cristales cuenten con la protección suficiente.

En determinadas ocasiones pueden aparecer mareos, náuseas o síntomas de desmayo. En ese momento debe dejarse de realizar ejercicio, pues son señales inequívocas de que el cuerpo sufre agotamiento por calor. En estos casos, se aconseja descansar en zonas de sombra y beber hasta recuperarnos. Si, a pesar de ello, seguimos con los síntomas, podemos desembocar en insolación o golpe de calor, que pudiera requerir atención médica.

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